jueves, 14 de febrero de 2013

٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


Nunca jamás digas...
Eso no puedo hacerlo o No voy a ser capaz ni frases similares, sin haberlo intentado, con todo tu corazón y todas tus capacidades, más de una vez.
Si es realmente importante, no te bloquees, no te menosprecies, no utilices tus reales capacidades, persevera, insiste, persiste, no te des por vencido, serás capaz en la medida de tu entrega.
No lo dudes.

٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


Pensamos todos los días y usualmente escogemos pensar en los eventos del momento que nos inquietan, entre estos eventos existen tambien negatividad en la cual ya estamos acostumbrados a pensar más que cualquier otra cosa que nos beneficie.

Pensar en lo mejor que nos ha pasado durante el día, no es fácil especialmente cuando se esta pasando por dificultades, pero tenemos la opción de hacerlo, de enfocarnos en lo mejor, los problemas y dificultades se alejarán cuando nos ocupamos buscando lo positivo de cada problema, lo cual incluye también una solución.

Pero como mantenerse optimista en medio de una o de tanta dificultad? manteniendo el pensamiento mayormente en lo mejor del día, en lo más positivo. 

Por ejemplo cuando yo era niña un globo de colores me hacía sentir feliz y ese era mi mundo, cuando adulta empecé a enfrentar dificultades de otra naturaleza, pero después entendí que cada dificultad viene con una chispa de tranquilidad, muchas veces nos concentramos tanto en la dificultad que olvidamos los mejores momentos del día.

Mantente firme y fuerte ante las dificultades, tu en si vales mucho, más que cualquier dificultad y nunca nada podrá podrá controlar tus pensamientos, solamente tú!
٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·



Cuentan que una vez hubo un hombre muy pobre, quien tenía el vicio del cigarrillo y el licor. Se casó y al cabo de unos meses estaba esperando un hijo. Al ver su pobreza este hombre se sentía muy triste pues no tenía nada que heredar a su futuro hijo, ni tierras, ni objetos de valor.

Orando una noche a Dios le pedía ayuda, para que le diera la oportunidad de heredar algo a su hijo. Después de un minuto Dios le contestó:

- "Tienes en tus manos el mejor regalo de todos, lo mejor que puedes heredar a tus hijos y que vale mas que tierras o tesoros". El hombre comprendió lo que Dios le había dicho, y a partir de ese día decidió dejar de tomar y beber, para heredar lo mejor de sí a sus hijos...un buen ejemplo!

A veces pensamos en las cosas materiales como lo mas importante, cuando depende de nuestras actitudes ante la vida el dar cosas buenas a los demás. No tienes que dar oro para ser amado, ni grandes obsequios para ser apreciado. Basta con ser sincero y estar ahí cuando se te necesite. 

No te menosprecies por no tener tierra, autos o dinero para regalar, regala lo mejor de ti, que como en este caso podría ser tan alcanzable como un buen ejemplo.

El árbol de manzano

 ٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


Hace mucho tiempo existía un enorme manzano. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra.

El amaba al árbol y el árbol amaba al niño. Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol. Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: "¿Vienes a jugar conmigo?". Pero el muchacho contestó: "Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos".

"Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes". El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: "¿Vienes a jugar conmigo?". Dijo él: "No tengo tiempo para jugar. Debo de trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?"... " Lo siento, pero no tengo una casa, pero... tu puedes cortar mis ramas y construir tu casa". El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo?, le preguntó el árbol. El hombre contestó: "Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: "Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte ni siquiera manzanas". El hombre replicó "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar... Por ahora ya estoy viejo". Entonces el árbol emocionado le dijo: "Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son mis raíces muertas". Y el hombre contestó: "Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años".

"Bueno,las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa". El hombre se sentó junto al árbol y éste, feliz y contento, sonrió con lágrimas.

(Moraleja: Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. 

El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá... Cuando crecemos los dejamos, sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas. 
No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como muchos de nosotros tratamos a nuestros padres.)

lunes, 11 de febrero de 2013



٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·

Me causo curiosidad y me acerqué. La puerta estaba abierta, bueno realmente se abrió poco a poco, lentamente y cuando me di cuenta ya estaba adentro. Vi muchos ángeles parados por todas partes, uno de ellos me entregó una cesta y me dijo: "Ten, compra con cuidado todo lo que necesites y lo que no puedas ahora te lo llevaras después, eso si solo puedes comprar para ti"

Comencé a caminar por esta enorme y bella tienda y lo primero que compré fue Paciencia y Amor, estaban en la misma fila y mas abajo en el mismo pasillo encontré Comprensión... Pues eso se necesita muy seguido. Encontré el Triunfo, al lado de la Perseverancia y no dude en tomar dos kilos de cada una.

La Humildad estaba en la parte de arriba del estante y eché una caja en mi cesta, pues la podría utilizar después del triunfo. También compré dos bolsas de Fe, que venía junto con la Oración. Más adelante encontré la caja de Disculpa, bellamente diseñada y eché en mi cesta dos cajas.

Al doblar el pasillo me pare a comprar Fuerza y Coraje, para utilizarlo sin duda en la carretera de la vida. En el ultimo pasillo vi la Serenidad, el Valor y la Sabiduría. Los tres por el precio de uno y tenían estas instrucciones: "Utilizar la serenidad para aceptar las cosas que no se pueden cambiar, el valor para cambiar las que se puedan y la sabiduría para distinguir la diferencia..."
¿Cómo iba a dejar pasar esa oferta? La Paz y la Felicidad, las daban gratis con la compra de los demás artículos.

Llegue a la caja y también me atendió un ángel y le pregunte: "¿Cuanto le debo?.
El me sonrió y me contesto: "Lleva tu cesta donde quiera que vayas".
De nuevo le pregunte "Si... pero, ¿cuanto le debo?. El otra vez me contesto sonriendo:
"No te preocupes Jesús ya pagó tu deuda hace mucho tiempo".

NOTA: Quiero que sepas que puedo darte la dirección de esta tienda, y si vas no te arrepentirás ya que tendrás el gusto de conocer a aquel que pagó tu deuda, quien te ama y dio la vida por ti.

DETALLE MUY IMPORTANTE PARA TI:
Léelo cada vez que necesites comprar algunos de los elementos que venden en esta tienda.

٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·



Muchas veces, cuando alguien te pide algo, te sientes en la obligación de concedérselo porque crees que es lo que se espera de ti. Pero, al mismo tiempo, te sientes mal porque, en el fondo, no querías hacerlo.

Puede que estés confundiendo una actitud servicial y bondadosa, con un problema de autoestima que te lleve a querer gustar al otro por el continuo miedo a que ya no te quiera. En esas situaciones, eres capaz de hacer todo lo que te piden, con tal de no defraudar a tu pareja, a tu jefe o a tus hijos.

Pero, recuerda que el amor propio comienza practicando la honestidad contigo, sabiendo que tanto el "sí" como el "no" son opciones que puedes valorar en cada momento, diciendo "sí" cuando quieres hacer algo o "no" cuando realmente no lo deseas.

Decir "sí" cuando piensas "no", puede llegar a crearte un conflicto interno entre lo que realmente quieres hacer y lo que esperan los demás que hagas.

Si quieres sentirte bien, debes prestar mucha atención al chantaje emocional que pueden hacerte. Por ejemplo, tu pareja cuando te pide algo que no deseas hacer y trata de convencerte con una expresión como: ¿Es que acaso ya no me quieres?. O tus hijos cuando buscan satisfacer un deseo y te utilizan para poder conseguirlo sólo con tu esfuerzo, con expresiones tales como: ¡me prometiste que lo harías por mí!, cuando en realidad, nunca prometiste tal cosa.

Ya sabes que convivir con los que te rodean es, a veces, muy complicado. Cada cual trata de llevar al otro a su terreno, sin realizar nunca ninguna concesión y esperando siempre que tú des el primer paso. Si deseas que esta convivencia no sea para ti una fuente de estrés que muchas veces te paraliza o te fuerza a ceder continuamente, debes mantener tu mente alerta y convencerte de que no quieres más a los demás por las cosas que haces por ellos, sino por la disposición interna a realizar lo que en cada momento esté en tu mano, sin excesos ni cargas inútiles que no te corresponde a ti llevarlas.

Si quieres crecer como persona, sintiendo que tienes una buena disposición para brindarte a los demás, practica la generosidad con ellos, pero también contigo, motivándolos con palabras positivas a que se hagan responsables de cualquier iniciativa o deseo que tengan, animándoles a que se esfuercen por conseguir lo que quieren y haciéndoles ver la satisfacción y experiencia que obtendrán con ello.

"Si quieres, puedes", es la frase que define tu respuesta abiertamente colaborativa que podrías tener con los demás y que, bien enfocada, puede ser para ti una fuente de alegría y satisfacción. Si a esta sana actitud le añades un diálogo abierto, optimista y positivo con la persona que te pida algo que suponga para ti un esfuerzo, sea de la intensidad que sea, al mismo tiempo que intentas obtener de esta colaboración una experiencia positiva para ambas partes, tus "negativas" casi siempre serán recibidas con la atención que tú tanto te mereces. ¡Haz la prueba!
٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·

Creer en el otro

Creer en el otro es algo poderoso que puede elevarnos por encima de las limitaciones que percibimos en nosotros mismos.

El Creador cree en cada uno de nosotros, y tiene certeza absoluta en que alcanzaremos plenamente nuestro potencial. Cuando comenzamos a ver a otros de la forma en que Dios lo hace, traemos Luz a cualquier oscuridad que ellos puedan estar atravesando.

Una vez que creemos en la Luz que existe en otros, es entonces cuando realmente podemos ayudarlos.

La paz no es la ausencia de caos, conmoción o desafíos.

La paz es estar en el medio de esas cosas mientras permaneces calmado con amor en tu corazón.

El secreto para darle poder a nuestras oraciones es conocer a Dios.

Esto quiere decir que cuando pedimos ayuda al Cielo por una situación difícil, sabemos que la situación en sí proviene de Dios. Por ende, sin importar cuán desafiante sea la situación, estamos agradecidos por ella.

No es algo fácil de hacer, pero conocer a Dios es tener certeza en que todo en nuestras vidas está aquí para ayudarnos.

Yehudá Berg