viernes, 14 de diciembre de 2012


Cuando alguien te decepciona es porque has estado esperando que esta persona actúe de alguna forma concreta sin pensar que puede que dicha persona tenga una forma de ver y sentir las cosas de forma diferente a ti, y por lo tanto, también tendrá una forma diferente de actuar o de mostrarse.

Muchas veces decimos cosas como: "yo solo pido que me traten como yo les trato"... ¿y si esa persona no sabe tratar de esta forma?... ¿y si para esa persona la mejor forma de tratar a alguien es como te está tratando?... ¿alguna vez te has puesto en el lugar de esa persona, desde si visión de las cosas?.

Otra de las frases muy usadas: "Si a mi me ocurriera esto... yo actuaría así..."... tu... pero hay otras formas de actuar... ¿solo la tuya es la correcta? ¿no te parece que esto es bastante "egocéntrico"?.


Si cuando damos algo a alguien lo hacemos porque esperamos que el otro responda de alguna forma y esta persona no lo hace... el problema lo tenemos nosotros... porque no lo hemos dado de corazón, de forma desinteresada. Hemos querido hacer un intercambio, esperando ese algo a cambio. Y lo peor es que el otro ni se ha enterado de este intento de intercambio porque en la mayoría de las ocasiones ni siquiera lo manifestamos, solo lo reprochamos cuando no obtenemos lo que deseamos.

La mejor forma para no decepcionarse es dar porque nos apetece, porque lo sentimos así... no a cambio de algo... aunque sea atención o cariño.

Si lo hacemos así, recibiremos mucho más de lo que hubiéramos pensado.

Es la magia del Amor... dar sin interés, sin esperar nada a cambio... entonces surge la magia y recibimos el doble.

Piénsalo la próxima vez que alguien te decepcione.

Abrazos de luz!

Si piensas que estás vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Deja ir ya a las personas que cumplieron su misión en tu vida..."

"Deja de sufrir 
por la tristeza de cada día..."
“Podemos ver el infinito en un grano de arena..."

El ser humano tiene una enorme dificultad en concentrarse en el ahora; está siempre pensando en lo que hizo, en cómo podría haberlo hecho mejor, en cuáles son las consecuencias de sus actos, en por qué no actuó como tenía que haber actuado. O, si no, le preocupa el futuro, lo que va a hacer al día siguiente, las medidas que deben adoptarse, el tipo de peligro que lo espera en la esquina, la manera de evitar lo que no desea y de conseguir lo que siempre ha soñado.

Pero, al fin y al cabo –empiezas a preguntarte-, ¿hay algo que esté realmente equivocado?

Sí que lo hay, y se llama rutina. A ti te parece que existes por el hecho de ser infeliz, así como otras personas existen en función de sus problemas, y viven hablando compulsivamente sobre ellos: problemas con sus hijos, sus maridos, la escuela, el trabajo, los amigos.

No se detienen a pensar: yo estoy aquí. Soy el resultado de todo lo que sucedió y sucederá, pero estoy aquí. 
Si hice algo mal, puedo corregirlo o al menos pedir perdón. Y si hubo algo de bueno en mis acciones, eso me va a permitir sentirme más feliz y más conectado con el momento presente.

“La búsqueda de la paz es una manera de rezar, que termina generando luz y calor. 
Olvídate un poco de ti mismo, entiende que en la luz está la sabiduría, y en el calor reside la compasión. 
Al caminar por este planeta, procura percibir la verdadera forma de los cielos y de la tierra; eso será posible si no dejas que el miedo te paralice, y decides que todos tus gestos y actitudes se correspondan con lo que piensas”.
Si confías en la vida, la vida confiará en ti.
Ninguna fuerza abatirá tus sueños.
Al final uno se da cuenta...
La vida tiene muchas interrupciones...
El vivir va unido a la calma¡¡

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. 
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.

En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.

Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:

- Que haces Guno, tu ciego, con una lámpara en la mano? Si tu no ves...

Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...

- No solo es importante la luz que me sirve a mi, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.

Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...

Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás...

Cómo?

A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...

Que hermoso sería si todos ilumináramos los caminos de los demás!

Que nadie haya sido tan afortunado de darse cuenta la mina de oro que tú eres, no significa que brilles menos.

Que nadie haya sido lo suficientemente inteligente para darse cuenta que mereces estar en la cima, no te detiene para lograrlo.

Que nadie se haya presentado aun para compartir tu vida, no
significa que ese día está lejos.

Que nadie haya notado los avances en tu vida, no te da permiso para detenerte.

Que nadie se haya dado cuenta la hermosa persona que tú eres, no significa que no seas apreciado.

Que nadie haya venido a alejar la soledad con su amor, no significa que debas conformarte con lo que sea.

Que nadie te haya amado con esa clase de amor que has soñado, no significa que tengas que conformarte con menos.

Que aun no hayas recogido las mejores cosas de la vida, no significa que la vida sea injusta.

Que Dios está pensando en una hermosa pareja para ti, no significa que tú no seas ya ideal.

Sólo porque tu situación no parece estar progresando por ahora, no significa que siempre será así.

Por eso:

Sigue brillando,

Sigue viviendo,

Sigue corriendo,

Sigue esperando,

Sigue siendo lo que ya eres...

Una creación divina de Dios.
Una pandereta suena la navidad llegando está¡

La Navidad es la fecha que más anhelamos que llegue a nuestras vidas, significa la reunión de familias, de padres e hijos, de hermanos, parientes y amigos.
Época de reflexión... de darnos cuenta de nuestros aciertos y desaciertos, sueños logrados, fe y esperanza, los villancicos y música navideña, que tocan las fibras más sensibles de nuestra alma, haciéndonos vibrar de emoción.
Es la época de recordar que todos somos hermanos.
Aprovecha esta Navidad para perdonar a quienes te hirieron, y comienza el año con tu corazón lleno de amor.
Comparte tu alegría y tu cena con quién se encuentre solo, que no tenga familia, o que se encuentre triste. El invitado puede representar la figura de Jesús.
Y así podremos recibir la bendición de un Nuevo Año.
El único ciego de verdad en navidad...
A veces...

Esos pequeños actos de cariño...
Los abrazos, besos y sonrisas son pequeños actos de cariño que cuentan con el maravilloso potencial de cambiar la vida, tanto la nuestra como la de quienes nos rodean. Vienen en muchos tamaños, colores y sabores, y son apropiados en todo tipo de ocasiones, tanto en las buenas como en las malas.
Los abrazos son dietéticos, porque a pesar de ser tan sabrosos, no tienen ni una sola caloría. Son totalmente naturales porque no contienen preservativos, sustancias artificiales ni pesticidas. Son ecológicos porque son renovables, reciclables y no dañan el medio ambiente. Son económicos porque no cuestan nada... aunque en realidad debemos decir que son gratis.
Los besos, en general, son caricias para el alma. Los besos en la frente y la cabeza transmiten un pr
ofundo sentimiento de cariño, y son maravillosamente terapéuticos tanto para quien los da como para quien los recibe. En las mejillas brindan mucho amor... amor fraternal, amor entre hijos y padres, amor de gran amistad e incluso, amor de pareja. Y por supuesto, los besos en la boca, transmiten amor romático e inician un proceso mediante el cual el cerebro libera endorfinas y nos hace sentirnos realmente muy bien.
Las sonrisas son excelentes para el organismo; a parte de brindar una incomparable sensación de calidez, aceptación, empatía y apoyo, relajan los nervios, liberan estrés, tienen un alto valor nutricional porque producen una sensación de bienestar, demuestran cariño y aprobación, nos ayudan a evitar las arrugas y son el mejor maquillaje que podamos llevar en el rostro.
Los abrazos, besos y sonrisas sinceros siempre están llenos de amor y bondad, y la bondad es el lenguaje que los sordos pueden oir y los ciegos pueden ver.
Los abrazos, besos y sonrisas que nacen del corazón son gratis. ¡Regálalos cada vez que tengas la oportunidad!
Colabora con el mundo, Recicla Amor y Bondad y Cambia una Vida.
Llévalo a la práctica esta semana: regala sonrisas a todo el que puedas, abraza a quienes piensas que puedan necesitar un abrazo, y entrega tiernos besos llenos de cariño.

Cuenta una historia tibetana, que un día un viejo sabio preguntó a sus seguidores lo siguiente:

-¿Por qué la personas se gritan cuando están enojadas?

Los hombres pensaron unos momentos:

-Porque perdemos la calma –dijo uno–, por eso gritamos.

-Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, –preguntó el sabio–. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio.

Finalmente él explicó:

-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego el sabio preguntó:

-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan, sino que se hablan suavemente. ¿Por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

El sabio continuó:

-Cuando se enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.

Luego dijo:

-Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo.” 
Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. 
De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. 
Pero atención: tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.