La vida te regala buenos y malos momentos.
Los buenos hablan por sí solos, pero los malos son lecciones. Son enseñanzas para un momento que todavía no sabes que llegará.
De hecho, no sabes si llegará o no.
No decaigas por lo que la gente te diga, por lo que te ofrezca o te dejen de ofrecer, por las críticas, las enemistadas o las personas que tratan de hacerte la vida imposible. Dedica tu tiempo a los que te lo dedican. Seas quien seas o seas quien quieras ser, la gente te va a juzgar. No importa lo que hagas, por lo tanto no te preocupes, mantente firme, ten claro tu camino y tu meta.
Habla con alguien, escribe tus sentimientos, elige tus metas, evita obsesionarte.
Descubre cuáles son tus talentos. No temas cometer errores.
No seas inflexible contigo.
No seas inflexible con los demás.
Prueba cosas nuevas, actúa siempre éticamente.
Ríe y diviértete con los demás, pero no de los demás.
Sé franco. Acepta la verdad. Di la verdad.
Abre tu corazón. Permanece unido a tu familia.
Acepta tu edad. Cuida la naturaleza. Agradece todo lo que tienes.
Revive tus recuerdos. Ayuda a los menos afortunados. Contribuye a la paz en el mundo.
Crea tus propios sueños…Se plenamente libre. Vive tu vida en toda su plenitud.
