jueves, 7 de febrero de 2013

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Hay que ser muy egoísta.-


¿A que te ha sorprendido el título?

Todo el mundo diciendo que hay que deshacerse del ego, que hay que trascenderlo o transmutarlo, que el ego es malo y todos sus sinónimos… ¡y alguien afirma que hay que ser muy egoísta!

¿Por qué?

Hay muchas razones para ello.

Primero voy a aclarar qué es ser egoísta, en mi opinión, porque las personas, en general, tienen demonizada la palabra, y todo lo malo que se le pueda achacar a algo, vale para el ego.

El egoísmo tiene dos acepciones: en su versión correcta, la buena, es un interés significativo hacia sí mismo, y eso no es nada malo, sino todo lo contrario: la desatención hacia uno mismo sí que es mala. El abandono sí que es malo. La desidia, la apatía, la resignación… esas sí que son malas.

La otra acepción del egoísmo es menos buena, y se refiere a cuando esa gran atención hacia sí mismo elimina la atención amorosa y el cuidado a los otros.

El equilibrio es amarse mucho a sí mismo y amar mucho a los otros.

Lo interesante es desarrollar con uno mismo la inagotable capacidad de amar, para saber amar más y mejor a los otros.

Porque el amor es infinito.

Me gusta imaginar que el amor es tan mágico que se multiplica por sí mismo, y mientras más entregas, más tienes.

Lo que sí es cierto es que la fuente del amor es inagotable, y amar es casi un oficio, o un arte, en el que hay que practicar mucho para sentirse cómodo en la delicia de dar amor.

“Ego” es “yo”, y no otra cosa, y no es nada malo lo relacionado con “yo”.

Ser egoísta, sin arrogancia, sin despreciar ni olvidar a los otros no es malo. Sería mala la egolatría (adoración excesiva, casi enfermiza, a sí mismo), o el egocentrismo (pensar que uno es el centro del mundo y que el resto de las personas no importan).

El egoísmo –tal como yo lo interpreto y explico- no es malo.

No debemos olvidar que somos “yoes” individuales, aunque formemos parte de algo Universal; que la responsabilidad que Dios nos dio al entregarnos la vida es que nos realizáramos (quiere decir “hacernos realidad”) como personas individuales al mismo tiempo que como grupo.

Es muy común el error de renunciar a sí mismo para dedicar tiempo, energía y atención a los otros, sus necesidades y sus problemas.

Creo que es más acertado repartir entre uno y los otros.

La idea que nos han inculcado a muchos es que hay que pensar en el otro antes que en uno mismo, que hay que sacrificarse por el otro, que hay que aceptar que el otro es como es y hace las cosas porque las hace. Que hay que aceptar y perdonar al otro de antemano -cosa que no se hace con uno mismo-. Y si no lo haces así, eres un egoísta. Y “egoísta” es malo, muy malo. Dicen.

A muchos nos han convencido de que si pensamos con prioridad en nuestros deseos, en lo que para nosotros es importante, en las preferencias propias, estamos obrando mal. Una acusación ancestral nos recrimina por ello. Generaciones de antecesores que lo vieron de ese modo erróneo nos recriminan desde el inconsciente, y nos hacen sentir mal cuando pensamos en nosotros ante que en los otros.

Cada uno tiene la responsabilidad de hacer de su vida un lugar radiante, de procurarse una sonrisa que pueda contagiar a los otros, de conocer una felicidad y una autoestima que los otros puedan tomar como modelo, de entregar a Dios al final una vida que se ha sabido apreciar y se ha sabido cuidar.

Ser “egoísta”, cuidarse y amarse, siempre que no sea de un modo exclusivo y elimine amar a los otros, es una buena opción.

Amarse y cuidarse a uno mismo, hace ver que esa experiencia que resulta ser tan agradable, apetece compartirla y ofrecerla a los demás.

Para las personas que siempre se entregan a los otros incondicionalmente, que les dan prioridad absoluta en su atención, que se sacrifican renunciando a sí mismas, se les sugiere que conozcan –aunque sea breve o temporalmente- el otro extremo: el de la atención prioritaria a sí mismas.

Sólo desde el conocimiento de los dos extremos se puede averiguar cuál es el centro, el punto medio, que es el sitio equilibrado.

Recuerda: “Amarás al prójimo COMO A TI MISMO “. En la misma cantidad, con la misma dedicación, con la misma calidad, del mismo modo.

Y el día que comprendamos esto con claridad, habremos dado un gran paso hacia la justicia, la paz y el verdadero amor.


Francisco de Sales

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La gratitud es la clave de la abundancia, cuando agradeces todo lo que llega a ti, abres la puerta para más y más bendiciones en tu vida.

Cuando estás agradecido, vibras en una frecuencia muy alta, disfrutas lo que tienes y entras en un estado receptivo.

Vive consciente, atento a lo que te rodea y a las muchas bendiciones que recibes a diario, agradece cada mañana por estar vivo, lleno de salud, fuerza, vitalidad y entusiasmo.

Agradece por la familia material y espiritual, por los amigos, por las personas que se cruzan contigo cada día, agradece su presencia irradiando paz, regalando sonrisas, evitando el conflicto, aceptándolas como son y dando lo mejor de ti.

Agradece los placeres gratuitos que te regala cada día apreciándolos, contempla la belleza que te rodea, siente la infinidad de estímulos que el mundo le ofrece a tus sentidos, disfruta el privilegio de tener un cuerpo que vibra viviendo.

La vida contiene una dosis de eventos desagradables, agradece también por ellos, tarde o temprano comprenderás que esa gratitud también era justa y necesaria.

Agradece tus dones y talentos usándolos, agradece el amor amando, agradece cada una de tus experiencias, ellas te han traído a este momento y han hecho de ti lo que eres. Tu fortaleza, crecimiento y habilidades son su enseñanza, cada segundo es una oportunidad para dar las gracias por la maravillosa bendición de estar vivo.

La mejor forma de agradecer es ser plenamente feliz y disfrutar de cada momento con todo lo que tiene para ofrecerte. Agradece la vida viviéndola plenamente, con una actitud de gozo, alegría y armonía.

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Cualquier cambio que desees crear en tu realidad en forma consciente, se tendrá que iniciar en tu interior.
Desear que existan cambios exteriores sin haberlos gestado desde dentro, es como querer que la fuerza de gravedad funcione a la inversa.
Si te imaginas un lugar con varias rutas alternativas, te darás cuenta que todas ellas te van a llevar por diferentes experiencias.
Si reconoces tu poder de elección, te conducirás fácilmente por el camino más agradable. Cuando no tomas conciencia de tu poder de elección, tomarás cualquier camino, el que se presente o el que te llame la atención en el momento, sin saber si ese es realmente el que más te gusta.
Si en este momento tu vida no te agrada o si te sientes desconforme con tus logros, tendrás que realizar algunos cambios interiores en la línea de tu bienestar.
Un pequeño cambio interior genera grandes cambios en tu realidad.
La mayoría de las veces somos muy duros con nosotros mismos y nos culpamos por no ser capaces de cambiar nuestras circunstancias sin meditar seriamente en las transformaciones interiores que necesitamos hacer para conseguirlo.
Esta actitud nos hace perder tiempo y energías porque el auto cuestionamiento despiadado que hacemos de nosotros mismos nos impide avanzar en los objetivos.
Quizás nuestro primer cambio interior sea aceptar que estamos practicando el arte de crear en conciencia y que fallar en los primeros intentos es natural.
Sin embargo, uno de los cambios interiores mas trascendentales en la vida de un ser humano es aceptar que es libre y capaz de atraer las experiencias que desea en forma consciente, dándose cuenta de que posee todo el potencial natural para hacerlo.
Esto puede ser una frase muy repetida, pero no siempre es una certeza incorporada en el interior.
La mayoría de las personas tiene sueños, pero ¿Cuántos de ellos realmente creen que pueden transformarlos en realidad? ¿Cuántos creen que pueden hacer algo concreto en relación a estos sueños? ¿Cuántos esperan que todo les resulte como desean? y ¿Cuántos están dispuestos a transmutar sus pensamientos y sentimientos para dirigirse a donde quieren ir?
Quizás la única y mayor transformación interior que requieres hacer es aceptar que eres divino, que eres amado mas allá de tu entendimiento, que tienes derecho a conseguir lo que quieres y a ser feliz.
Tu vida se manifestará de acuerdo al nivel de apreciación que tienes de ti mismo.  Si te sientes complicado en este momento, es posible que lo que estés pensando de ti no se ajuste en absoluto a lo que realmente eres.
Puedes tomarte todo el tiempo que quieras, pero si lo estas pasando mal, puedes tener una excelente motivación para poner las ganas y el entusiasmo de alinear tus pensamientos y tus sentimientos acerca de ti mismo.
Hoy puedes decidir retirar todo concepto equivocado y volver a reconocerte merecedor de todo lo bueno.
Para tomar la decisión de hacer transformaciones interiores solo necesitas desearte lo mejor, reconocerte como un ser valioso, regalón del universo, amado y heredero de todo lo bueno que hasta ahora te has negado por un errado concepto que has sostenido de ti mismo.
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Transformar nuestras maldiciones en bendiciones

Existe un secreto para transformar nuestras maldiciones en bendiciones.

En momentos de dificultad, no es suficiente decir solamente: “Está todo bien”, o “Esto es para bien”.

El trabajo espiritual es buscar el tesoro en la situación que parece un desastre.

Puede tomar tiempo, pero si eres persistente en tu búsqueda, descubrirás las bendiciones ocultas transformando de ese modo la maldición.

Estar constantemente alertas significa que veamos cómo nuestro ego se involucra en cualquier cosa que hagamos.

El simple hecho de reconocer al ego en cualquier situación mengua su poder drásticamente. ¡Hazlo salir!

Yehudá Berg

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Sólo Dios puede dar la fe... Pero tú puedes dar tu testimonio.

Sólo Dios puede dar la esperanza... Pero tú puedes transmitirle confianza a tus hermanos.

Sólo Dios puede dar amor... Pero tú puedes enseñar a amar a los demás.

Sólo Dios puede dar la paz... Pero tu puedes promover la armonía.

Sólo Dios puede dar la fuerza... Pero tu puedes sostener al desfallecido.

Sólo Dios es el camino... Pero tu puedes mostrárselo a los demás.

Sólo Dios es la luz... Pero tu puedes alumbrarle el camino a tus semejantes.

Sólo Dios es la vida... Pero tu puedes devolverle a muchos el deseo de vivir.

Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible... Pero tú puedes hacer lo que es posible.

Sólo Dios se basta a sí mismo... Pero El prefiere contar contigo.

miércoles, 6 de febrero de 2013

٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


Para ti que amas

Cuando en tu corazón se abra, llena de vida, la flor perfumada del amor, recuerda que alguien la plantó un día dentro de ti.

Cuando tu corazón se ilumine con el suave colorido
de la puesta del sol, recuerda que alguien amaneció contigo.

Cuando el fuego de la pasión queme tu corazón,
consumiendo todas tus fibras en la inmolación del placer,
recuerda que alguien encendió esa llama.

Cuando tu corazón esté bordado de sueños dorados, tejidos con hilos de luz de luna, recuerda que alguien coloreó tu mundo interior.

Cuando la noche te encuentre con el corazón partido y angustiado por las amarguras recogidas en el día, recuerda que hay alguien esperándote con el pañuelo en la mano.

Cuando el insomnio te haga dar vueltas desesperadamente en la cama, recuerda que alguien puede sembrar sueños de paz en tu mente.

Cuando la soledad te oprima y tu grito no encuentre eco, recuerda que allá, del otro lado, alguien ama tu compañía y entiende tu clamor.

Cuando tus secretos no quepan más dentro de ti, amenazando romper los diques de tu alma,
recuerda que existe alguien dispuesto a recogerlos y guardarlos con el cariño y la dignidad que tú esperas.

Cuando en tu corazón habite el azul del cielo, la calidez del sol, el gorjeo de los pájaros, el perfume de las flores, la nostalgia del atardecer, el encanto de las mañanas, la serenidad de los lagos y la sonrisa de la ventura, recuerda que alguien ha tocado tu corazón con la varita milagrosa del amor.

¡TU, que amas y vives en el contradictorio mundo del arco iris y de la oscuridad, de la calma y de la agitación, de la paz y de la inestabilidad, sabe que existe  alguien más que habita en tu planeta!

En las horas felices, comparte con ella tus sonrisas, en las horas de soledad, ve, levántate y búscala dondequiera que esté.

¡NO mires el reloj! ¿Qué importan las horas? La vida es tan corta, no hay tiempo que perder!

Tú que amas, si tienes el coraje y la sencillez de hacerlo así, abre tus labios y canta el milagro del amor, porque sólo el "amor" aproxima a las personas y hacen que hablen el mismo lenguaje...

martes, 5 de febrero de 2013


·٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


TÚ, MARCA LA DIFERENCIA

No seas de los que solamente critican...ya tenemos muchos de esos.
No seas de los que gritan improperios...ya tenemos muchos de esos.
No seas de los que toman licor hasta caer...ya tenemos muchos de esos.
No seas de los que son infieles a sus cónyuges...ya tenemos muchos de esos.
No seas de los que no se preocupan por los otros...ya tenemos muchos de esos.
No seas de los que dicen no creer en Dios...ya tenemos muchos de esos.

Sé de los que llevan palabras de aliento, hablan decentemente, se mantienen
sobrios, fieles, que se preocupan por los demás...de esos si hay pocos!

Sé de los que creen y confían en Dios y por eso todo les sale bien.
En este mundo donde siempre se desafía a "ser como deseas ser", te influyen
a vivir mas bien como el mundo desea y no como deseamos ser. 

Atrévete a ser diferente, 
no seas del montón que hace lo que el mundo dicta. 

Sé paciente, amable, amigo de Dios. 

ESO ES SER DIFERENTE Y SER TU MISMO. 
ATRÉVETE.

Ahora sí ... "SE COMO DESEAS SER" 

domingo, 3 de febrero de 2013


·٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


"Me llamaste invasora
mientras asaltabas mi territorio para arrasarlo
para después invadir territorios vecinos y sobrinos.

Me tachaste de bocazas
mientras desvelabas mis secretos de alcoba
y paseabas mi intimidad desnuda por las plazas.

Me tildaste de teatrera
mientras lloraba mis sentimientos, los tuyos propios,
de los que te avergüenzas y con los que no conectas.

Me colgaste todos los carteles posibles
mientras te mofabas, sin mirar dentro de mi,
sin saber que te retrataban, sin mirar dentro de ti.

Pero quien soy yo para hablar mal de ti
si hay parte de ti en mi
y toda parte de mi está en ti.

Sólo me queda ser valiente
porque no hay banderas ni trincheras, ni bombas ni granadas
que puedan alejar mi amor por ti.



Parece claro que para comunicarnos utilizamos el lenguaje y que este se compone de palabras cuyo significado creemos que compartimos. No obstante nos hemos olvidado de avanzar en este punto tan vital para nuestra convivencia. Hemos asumido que compartir palabras y significados dentro de un mismo idioma implica compartir interpretaciones y sentido para esas palabras.

Además, poco a poco, para construir nuestro mundo, a salvo de los demás, hemos utilizado la belleza de las palabras para generar etiquetas olvidando que son un instrumento muy efectivo para intercambiar información pero muy ineficiente como instrumento para describir realidades.

La mayoría de las personas, la mayoría de las veces, nos movemos con un saco al hombro lleno de etiquetas. Y según vamos caminando por la vida vamos sacando esas etiquetas y las vamos colgando allí donde nos conviene. "Idiota" va aquí, "Egoísta" va allí. "Cobarde", ¡zas! "Loca", ¡pumba! "Mentirosa", ¡flis!, "Será vaga", ¡plof!%85Es hora de hacernos conscientes que cada vez que colgamos una etiqueta de algo o de alguien, en el fondo lo que estamos haciendo es colgar una etiqueta de nosotros mismos en ese algo o en ese alguien.

Es muy ilustrativa esa metáfora que cuenta como cuando señalamos a alguien con el dedo índice diciendo: "eres insoportable", si miramos a los dedos meñique, anular y corazón, vemos que nos apuntan directamente a nosotros y que en realidad estamos diciendo: "Veo en ti la parte que no soporto de mi mismo", o "Veo que no te soportas que es como verme yo a mi que no me soporto". Sea cual sea el matiz, cada vez que etiqueto a alguien me estoy etiquetando a mi mismo.

El mundo es un espejo. El otro, en mis relaciones, es un espejo. Todo puede ser juzgar, criticar y chismorrear. O puede ser un juego de dos direcciones:

si alguien te acusa alguna vez de algo tu decides no tomártelo a título personal, decides ver que en realidad habla de sí mismo y te relajas, dejas que su etiqueta no se quede pegada en tu espalda

o bien, cada vez que tu acuses a alguien te paras a pensar que parte de ti se está mostrando al mundo, que parte de tu sombra a la que ya no tienes miedo porque es parte de ti, la aceptas y la llevas como amor

La vida puede ser un proceso de crecimiento personal constante desde el juego y la diversión o puede ser un camino de enojo y de negatividad constante. No olvides que tú eliges. ¿Eres la bruja de Blanca nieves que sólo quería ver una falsa ilusión en su espejito mágico o te atreves de verdad a mirar y esperar abiertamente a lo que te devuelva el espejo de la verdad?

Mirarnos en los demás y reconocernos, con sentido del humor y con compasión, es un principio de un proceso de amarnos y aceptarnos a nosotros mismos y, por tanto, de amar y aceptar a los demás. Es duro, nadie dijo que fuera fácil, pero los resultados son la recompensa. 

¿Qué decides?

·٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·


¿Estás buscando la Verdad?

Yo solo te diré lo que ya sabes... Toda la información está en ti, solo q no lo recuerdas...
Yo solo te mostraré el camino, pero eres tú quien tienes q recorrerlo solo.
Es el mismo camino que tantas culturas y religiones te mostraron a lo largo de toda tu vida, pero estabas distraído y por eso no lo "vistes", no eras consciente.

Hubo gente maravillosa que pasó por esta vida intentando que recuerdes (Gandhi, Buda, María Teresa de Calcuta, Osho, etc.)... También religiones que lo intentaron... Hasta vino alguien que dio la vida por todos nosotros (Jesús).
Tú los vistes y los escuchaste, solo que tu Ego no quiso que lo digas.
Esperaste hasta este momento para empezar a recordarlo.
Buscaste la felicidad en el dinero y en todo lo material.
Olvidaste que Jesús vino a decirte que todo lo bueno ya lo tienes dentro de ti, y es ahí donde debes buscar.

El mundo está en tus manos... Si puedes recordar, sabrás que lo tienes en tus manos.

Bienvenido de nuevo si estás recordando... Tú eres un Ser de Luz!
Siempre lo supiste, pero lo olvidaste.
Dentro de ti solo hay amor, porque el alma es amor... solo la mente es ego, y ésta te distrae, no te deja recordar, no te deja encontrar tu Verdad...

Para crear la paz interior...

·٠•●●♥♥❤ஜ۩۞۩ஜ Marcela R ஜ۩۞۩ஜ❤♥♥●●•٠·

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén,
no dejar que les maten el amor,
recuperar el habla y la utopía,
ser jóvenes sin prisa y con memoria,
situarse en una historia que es la suya,
no convertirse en viejos prematuros

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror,
inventar paz así sea a ponchazos,
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos;
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con Dios,
tanto si existe como si no existe,
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro,
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti
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¿Qué es el Amor Incondicional?

¿Cómo podemos amar incondicionalmente a alguien
y cuándo es el momento para hacerlo?...

Cuando no quieras nada a cambio.

Eso se llama amor incondicional.
Ni siquiera querer recibirlas gracias o cualquier sensación de gratitud.
Muchas veces la gente ayuda a los demás,
pero estas pequeñas expectaciones les empiezan a picar y los deprime.
¡Eso también es una condición!
El amor incondicional llega naturalmente, a medida que tu conciencia florece.
No lo puedes forzar en ti ni lo puedes cultivar.
Yo no sé cómo cultivarlo. Es -simplemente- un fenómeno.
Cuando tu conciencia se expande y se eleva, entonces lo que viene de ello es el amor incondicional.

Tu dices: “Aquí estoy para ti y no quiero nada a cambio”

Esto te llega y ya te ha llegado con ciertas personas,
pero con otras muchas personas tienes expectativas.