miércoles, 26 de diciembre de 2012

El mundo está plagado de negatividad. La alegría pueda que tenga que ser perseguida.

La primera cosa que tenemos que hacer es despedir el escuchar noticias, que a menudo son tan funestas y terribles. Abandonando las noticias negativas, le da más espacio a la alegría.

Persigamos la positividad.

Esto no es para que nos preocupemos. Todas las preocupaciones son del pasado. Soltemos el pasado, ahora con la intención, dejemos correr su actual negatividad. No es necesario volver a abrir esa puerta. No es poca cosa absorber la negatividad. Nos deja cicatrices.

Al mismo tiempo, hay mucho que interpretamos como negativo y no tenemos que hacerlo.

La negatividad conlleva un gran peso. Todas las pérdidas que percibimos son un gran peso para nosotros.

Cuando nos movemos, pensemos en todo el amor y la belleza en lugar de la pérdida.

Sentir la negatividad es una sensación.

Prestemos atención con qué sentimientos nos rellenamos.

¿No se trata de enterrar la cabeza en la arena para no leer sobre la guerra por ej. Cuándo los pensamientos de la guerra desaparezcan de la mente lo suficiente, y los sentimientos de ira e indignación no estén en ellos mismos lo suficiente,

¿cómo se lucharán las guerras? ¿Cuál será su combustible?

Introduzcamos un escenario de paz en la mente, y sumaremos paz en el mundo.

La negatividad multiplica. La positividad también.

Multipliquemos lo que querramos multiplicar, y restemos lo que deseamos restar.

Agreguemos paz a nuestro corazón. Dejemos fuera a la lucha.

Abracemos la libertad en nuestros lugares.

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