miércoles, 9 de abril de 2014

A veces somos luz y otra oscuridad.

Cuando somos luz, brillamos en la oscuridad, sin esa oscuridad ¿de dónde podríamos suspendernos?
Hay personas que son noche, en esas noches nosotros nos suspendimos y somos sueños, fantasías y amores. Delicados brillos colgando en un cielo negro.
Nuestra existencia es un sincronismo, un equilibrio y todo está donde debe estar.
Lo importante es encontrar nuestras noches, saber que con ellas podremos demostrar nuestra mayor luz. Y encontrar esas noches que sean capaces de convertirse en estrellas para que se cuelguen cuando nosotros nos transformemos en negrura.
Existimos por el otro y para el otro y así viceversa, un equilibrio en movimiento continuo.

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