lunes, 28 de octubre de 2013

El tiempo no es nuestro

❥Meditando en el Camino❥.........

“Sera que en realidad las horas son días, los minutos horas, los días meses y los años siglos. El tiempo va tan acelerado que tal vez sea necesario avanzar, accionando para el cumplimiento de nuestros sueños en una realidad que estará en constante movimiento”.

Así decidí comenzar pensando que el tiempo no es realmente nuestro, pues si fuésemos los dueños tendríamos a dónde regresar cuando no queremos estar en casa. Podríamos volar libres cual paloma hacia la libertad, libertad que muchos prometen y sólo pocos se aventuran a encontrar. Huiríamos de todas las sensaciones que nos dañan, pero no seriamos quiénes somos hoy.

Cada suceso doloroso, cada marca en nuestros corazones las borraría sin parpadear sólo de pensarlo luego me detengo y pienso: “Si no hubiese sido por ese golpe aun seguiría en el suelo”.

Ese duro proceso, ese oscuro momento me llevó a reconocer cuan perdida estaba dentro de mis miedos, inseguridad y negatividad. Totalmente perdida en medio de la fina línea entre lo que quería llegar a ser y quién estaba siendo. Sumida en reflexiones, rendida ante las crueles jugadas de mi imaginación.

Con amigos pasajeros, destinos equivocados, transitando por caminos intransitables. Con la huella de un pasado que a donde quiera que fuera me perseguía.

Los minutos se hacían horas y yo en el mismo rincón viendo cómo todo transcurría a mi alrededor; inerte ante una vida que no era la mía.

El avión arrancaría a su destino no podía moverme algo me retenía con gran fuerza tratando de impedirlo. Forcejeaba y el intento cada vez era más fallido hasta que me debilité, perdí mis fuerzas quedándome atado en aquel aeropuerto. ¡Prometo que deseaba ascender!, jamás fue intención aferrarme, busqué senderos alternos, mas todos sin una salida. Presa quedé de mis miedos en la estación de aquel tren, no pude ascender antes y ahora no pude avanzar. El tiempo pasa y no perdona piensas que el ayer atrás quedó. Pero al mirar descubres que hoy ya se convirtió en ayer y el mañana al que estábamos ajenos pasó a convertirse en hoy.

Pasamos la vida pensando en lo mucho y nos perdemos de lo poco, no se trata de conformarse sino de avanzar sin empujar porque en algún instante todos vamos a avanzar.

-Señor, necesito llegar a mi destino he perdido el avión, no puede llegar a mi país lo vendí todo y ahora perdí el tren. ¡Decía la dama desesperada!
-No se preocupe señora, el tren volverá a pasar
-Es que no conozco este lugar y no tengo familia aquí.
-Tranquila pronto conocerá a su familia.

¿A qué se refería con aquella frase? Ella misma dijo que su familia se encontraba en otro país.
-¿A qué se refiere usted con eso? Algo asustada y sorprendida replicó la dama. Entonces el señor salió de su puesto y con mucha calma se sentó a su lado y comenzó a explicarle:

Señora, durante muchos años usted no se ha sentido parte del lugar en que reside, pasó por un fuerte proceso de divorcio, no tuvo hijos porque jamás volvió a enamorarse. Vivía amargada y aislada y hace mucho que no ve a su familia. Por eso en éste preciso instante en el que le están realizando una operación muy delicada usted se encuentra aquí, mientras los médicos batallan por salvarle la vida. Me pregunto y le pregunto a usted...

¿Cree que valga la pena regresar y cambiar el curso de las cosas? Es su decisión el próximo tren hacia la eternidad pasa en unos minutos.

Ella pensativa miró hacia el cielo y pensó: “necesito regresar sé que puedo hacerlo mejor”.
De pronto su cuerpo se estremeció y comenzó a sentir calor. Acto seguido despertó.

Asustada abrió sus ojos tocó su piel y aún continuaba siendo una joven de 24 años. Se incorporó dirigiéndose hacia el baño. Al llegar se miró al espejo y se dijo: no importa cuán duro sea el camino, a cuantos procesos duros me enfrente tengo que abandonar mi pasado aunque los recuerdos se queden conmigo. No puedo continuar estancada en el mismo lugar porque fui creada para ascender y avanzar.

Con tal actitud tomó el tren rumbo a un nuevo destino, hacia la ascensión.

Que la vida no sea lo único que te sorprenda, ha llegado el momento de asumas postura y te sorprendas a ti mismo. La muerte es parte de la vida y la vida es parte de la muerte, con vida es necesario morir y para morir es necesario haber estado vivo. Hay procesos, es más a veces creemos que todos los procesos vienen para destruirnos siendo otra la realidad. Cada herida te ayuda a descubrir una fortaleza que antes desconocías que tenías. Por alguna razón pensamos que no podremos levantarnos después de crisis que afectan en forma significativa nuestras emociones, sentimientos y estilos de vida. La ironía de esto está en que a pesar de lo que estemos atravesando la gravedad de nuestro planeta nos hace permanecer “erguidos” o al menos nuestra cabeza en posición de “nobleza”.

La realidad es que todos pertenecemos a un lugar que no es este, pero mientras llegamos y estamos de extranjeros por la vida debemos aprovechar, administrando bien el tiempo. (Un tiempo que no es nuestro).

Sentir emociones, pero sin dejarnos gobernar por ellas sintiendo lo abstracto del amor, del viento, de la vida misma. No creo que el amor se divida es un sólo sentimiento, en su propia esencia de poder transformar el odio en una caricia. Al igual que la paz de la que todos buscan participar, sin embargo con maldad se alejan de ella. ¿Qué puede mejorar la guerra? Jamás terminará pues la violencia genera más violencia, la sed de poder de unos pocos es la desgracia de muchos.

Cada problema individual procrea uno colectivo, por tal razón debemos ocuparnos de nosotros mismos primero y enfocarnos en tener una homeostasis de bienestar; para luego preocuparnos de nuestro prójimo ¿Cómo podré dar algo de lo que carezco? No importa lo que suceda la vida continúa tal vez bajo la opresión de muchos en la sociedad, pero tenemos vida para cambiar aunque sea un detalle.

Ama lo que haces y aunque aborrezcas lo que te hacen no aborrezcas a quien te hace daño; pues éste mundo no sólo se rige por lo natural sino que se mueve por lo sobrenatural.

¿Tienes voz? Defiéndela, ¿Tienes alguna habilidad? Demuéstrala sin importar que otros no te vean ni emulen tu capacidad de ser y hacer las cosas; no importa eres y serás capaz de dejar tu huella.

Sal de ese rincón demuestra tu luz y se uno más de los pocos que nos atrevemos a disipar la oscuridad. Ve por más y sal de la zona de comodidad. El arte es mi pasión: escribir e inventar o sencillamente expresar mi pensar a través de escritos, componer letras y cantar, también ayudar y escuchar. Hoy me hago visible sin miedo a que no guste y me decido a ser quien debí comenzar a ser hace mucho; antes estuve dormida hoy despierto a vivir la vida hasta que se acabe mi tiempo.

Tancialis Cepeda Filomeno

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