sábado, 22 de marzo de 2014

La paz, ¿como hallarla?


¡Oh! nos perdemos y entretenemos con los juguetes de los sentidos, de nuestros cuerpo y mente!...
La paz puede alcanzarse aquí y ahora!,pero para ello debemos despojarnos de las pasiones, de los conceptos, ideas y puntos de vista.

Debemos dejar de lado nuestros pensamientos, nuestros deseos y la enfermiza búsqueda de placer.
Debemos ahuyentar los fantasmas de la mente y buscar el único tesoro, por el que bien valen la pena los sacrificios.

Ese tesoro que aguardamos en nuestros corazones para fluir e iluminar la vida, que es el amor más perfecto y puro de nuestro espíritu, dejémos que él tome el timón de nuestras vidas, solo así hallaremos la paz, la felicidad y la bienaventuranza!

"No hay tratados psicológicos, filosóficos, políticos ni religiosos donde buscar la paz, solo quien trasciende los sentidos, su mente y su fragmentación alcanza la paz y la plenitud.
Solo quien se desapega y desprende de todas las cosas, y hasta del fruto de sus acciones, alcanza la paz y la plenitud. Solo quien actúa desde la morada de su corazón y fluye con su espíritu, alcanza la paz y la plenitud aquí y ahora!"

Pero para eso, deben realizar esa acción revolucionaria por la cual se transforma por completo la conciencia, ese ver y darse cuenta, ver lo que es tal cual es, vaciar el contenido de nuestra mente y dejar que actúe esa energía que está ahí aguardando por nosotros, esa energía que es intuición, inteligencia, sabiduría, amor y verdad.

Ese algo nuevo, porque debemos descubrirlo, y viejo, porque siempre estuvo ahí, transformará nuestras vidas aquí y ahora. Más si por eso no tenemos la misma urgencia que por el aire que nos nutre y por el agua que calma nuestra sed, entonces pues, nunca lo realizaremos y terminaremos con su esclavitud y su padecer.

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