Hace un buen tiempo, por causa de una experiencia de la vida, llegue a la conclusión que para vivir con plenitud tenía que hacer tres cosas…
Primero – el amor, observarlo, comprenderlo y expresarlo.
Segundo – Moderación, observarlo, comprenderlo y demostrarlo.
Y el tercero. La humildad, observarlo, sentirlo y vivirlo…
Porque dando amor, se puede ser valeroso.
Por la moderación se puede ser generoso,
y con humildad se puede ser primero…
porque sin amor no se puede ser valeroso,
sin moderación, no se puede ser generoso,
y sin humildad no se puede ser primero…
de otro modo se camina en la oscuridad.
Y el tiempo me respondió:
que el que ataca con amor, vence,
quien se defiende con amor, es firme.
Porque toda obra que lleva conciencia y buena fe, es gobernada por el amor, y ahora estoy convencida que todo ser que ama y respeta a los demás como así mismo, el amor lo protege…
QUE EN ESTOS DÍAS DE DICIEMBRE Y SABIENDO QUE LA NAVIDAD SE ACERCA, LA REFLEXIÓN ESTE PRESENTE, QUE LA ORACIÓN VENGA DEL ALMA Y QUE LE BENDICIÓN SEA PARA TI.....
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