martes, 17 de diciembre de 2013

Busqué en mi jardín, una flor no encontrada.

Busqué en mi jardín, una flor no encontrada. Vivía dormido, sumido en la nostalgia de un tiempo indefinido, mi corazón sobresaltado, mi alma agitada. Lágrimas caían, su razón no encontraba. Levantaba la vista al horizonte del alba, al aire preguntaba: ¿Dónde estás amor? ¿Dónde estás tan callada? Pasaron los años, mi piel cambiada, en silencio seguía preguntándole al alba. Mi alma decía: Ven amor sin ti no soy nada. Mi bien amada.

Un silencio, unas palabras, vientos recorren nubes del alba. Palabras, silencio, olas de luz, el Sol abrasa. Almas van y vienen, vienen y van, caminos recorren, estelas de paz. Vientos, olas, vienen y van.
Vacío de palabras Mirando el interior, viendo nada. Al exterior silencio del alba. Dormido, despierto. Nada de nada.

Una palabra, Una sola despierta mi alma aletargada. Un sueño, un encuentro providencial. El alba de mis días. Mis sentidos aún perdidos. Busco tus palabras cual niño feliz. Gozo en todo mi ser. Ansioso de leer y descubrir tras las palabras el olor a pétalos de rosas dejados por tu alma en señales escritas con el corazón de tu alma a la mía. Escuché tu llamada, oíste la mía. Palabras de amor, escritas con el corazón.

Escucho el mutismo de tu alma. Veo el laberinto de tu mente. Siento el palpitar de tu corazón. Y te contemplo acurrucada, envuelta en música de violín. Clamando armonía y calma, amor y un abrazo a tu alma. Viajo en el tiempo sin tiempo. Tu llamada escuchada. Estamos donde el espacio se pierde y nuestros cuerpos se hallan. Abrazo de amor, Abrazo de almas.

No hay silencio. Pensamientos van y vienen, vienen y van. Una mente atormentada, pesadillas del alba. ¡Todo se acaba! ¡Todo se acaba! Sólo una horrible pesadilla.
Suena el despertador. Comienza un nuevo día y miras a tu lado y ves, alargas la mano y tocas. Un ángel durmió a tu lado, un ángel con otro ángel.
Ya no hay pensamiento. Nada te aflige. Nada te apena. Una caricia en tu rostro y un beso en tu corazón. Amanece.

Cierro mis ojos y contemplo como el sol ilumina cada día mis tinieblas. Cierra tus ojos.
Acerco mis manos y toco el rostro de mi ángel. Acerca tus manos.
Escucho el latido de tu corazón frente al mío. Escucha mis latidos.
Entro en el Templo, reposo de mi alma. Reposa tu alma.
En tu silencio habito, vive en el mío.
Me amas, te amo.

Libro anónimo: Rosas y Espinas de Luz

No hay comentarios:

Publicar un comentario