martes, 17 de diciembre de 2013

“Puedes elegir dos caminos...

“Puedes elegir dos caminos...

Dejarte abrumar por la angustia... o alegrarte por el recuerdo que acaricia...

Puedes liberar la palabra cautiva que daña… o cautivar la palabra libre que hace bien.

Yo elijo el segundo…”

Puedo elegir el camino que lastima transitar. Ese que está lleno de piedras punzantes de experiencias pasadas y pisar sobre ellas... y tropezar a cada instante.

Pero también puedo tomarme el tiempo para limpiar, aunque cada paso sea lento, el lugar que voy a recorrer librándolo de todo rencor, frustración y fracaso. Así, a pesar de ser más lento..., llegaré más lejos.

Cuando la vida me pregunte si prefiero el camino fácil y rápido... le diré que prefiero el otro..., el que se transita lento..., el que está lleno de lecciones..., el que tiene curvas pronunciadas y precipicios a su lado.

Esos caminos me han enseñado que el cuidado y la prudencia me llevan al destino deseado y otras veces al inesperado..., pero siempre llego...!

Podría yo elegir el camino que estaba bordeado de flores bellas, suaves y de aromas intensos. Pero miro hacia atrás y descubro que estas cicatrices han sido producto de transitar, muchas veces, en medio de espinas y ramas secas... y son estas huellas en mí, las que me distinguen de otros, como una marca personal.

Y así, como cada tiene su nombre por el cual ser llamado, cada marca en mí... identifica el momento, el lugar y la circunstancia en los que aprendí a crecer...!

En mi vida me he encontrado con la posibilidad de tomar atajos que acortarían distancias. Pero si los hubiera tomado... ¿quién me hubiese contado lo que puedo, hoy, exhibir como enseñanzas y que solo me ha dado la experiencia y mi paso por el tiempo...? ¿Alguien me habría prestado lo vivido...? Si así fuera viviría de batallas ajenas y victorias usurpadas.

¡Y yo preferí tener las propias...!

Hubo caminos de los que parecía arrepentirme apenas comenzaba a transitarlos..., pero cuando vi que estaban señalizados por mis Principios, me di cuenta que quien olvida la esencia de si se engaña a sí mismo, se traiciona y transita caminos engañosos y suspendidos sobre abismos.

Dos caminos..., al menos siempre dos hay.

No tengo mapas ni modernos GPSs para indicarme cuál es el correcto.

Solo tengo en mí una gran dosis de lo que soy y lo que quiero, otra dosis de los consejos de quienes me aman y una pequeña porción de intuición...!

Confío en esos tres para elegir al mejor...

Y no digo Suerte, porque ella dependerá solo de mi elección...!

¡Dos caminos..., siempre! ¡Una elección..., siempre...!

Confío en acertar.

Si aún me ves por aquí..., tratando de ser mejor y un escalón más arriba y un paso más adelante..., es porque aún sigo eligiendo el correcto...!

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